Después de que hayan transcurrido dos de los años más desafiantes de su centenaria historia, el Castillo Hearst finalmente reabrirá sus puertas para recibir a los turistas el 11 de mayo.
Diseñado por la pionera arquitecta californiana Julia Morgan, este lugar emblemático y mundialmente famoso de la Costa Central permaneció cerrado desde el año 2020 y fue el período más largo sin recibir turistas desde que abrió al público en 1958. El castillo permaneció cerrado debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19. Posteriormente, enormes tormentas en 2021 dañaron gravemente el empinado y sinuoso camino de acceso que llega a una altura de 500 metros a solo 8 kilómetros de esta incomparable propiedad, que era el bien soñado del titán de los medios William Randolph Hearst.
Actualmente, debido a que las restricciones por COVID disminuyeron de forma gradual y a que la obra de $ 13,7 millones de dólares para reparar y mejorar el camino hacia el Castillo Hearst finalizaron, se vuelven a tomar reservas por adelantado para recorrer el castillo. Entre las principales atracciones de la reapertura está la nueva excursión sobre Julia Morgan, a través de la cual se pueden conocer los rincones del castillo que pocas veces se visitan que se centra en la vida y la obra de la mujer que diseñó más de 700 edificios en California.
La vuelta de las visitas guiadas por el Castillo Hearst es una gran noticia. Sin duda alguna, esto servirá de inspiración para que muchos turistas se aventuren por la Carretera 1 de California. Podrá encontrar debajo una guía rápida sobre algunas de las mejores cosas para conocer cerca del Castillo Hearst en la costa norte del condado de San Luis Obispo: bellísimos senderos para caminar, avistaje de vida silvestre, bodegas de primer nivel y un imponente escenario culinario.
San Simeon
Con sus variados hoteles y restaurantes, el pequeño pueblo costero de San Simeón representa la puerta de entrada al Castillo Hearst. Esta comunidad está ligada al castillo y al muelle en la maravillosa Playa estatal William Randolph Hearst Memorial. A este muelle, arribaron la colección de invaluables antigüedades y los tesoros que pertenecían a Hearst antes de que sean instalados en la propiedad.
El muelle tiene una extensión de 259 metros dentro de la bahía con forma curva de San Simeón, lugar ideal para contemplar el atardecer. Desde la playa, se puede realizar una caminata ida y vuelta de 4 kilómetros a través del bosque que lo lleva a explorar imponentes paisajes costeros de San Simeon Point. La Región vitivinícola de Paso Robles se encuentra a menos de 30 minutos de San Simeón y Hearst Ranch Winery, donde se producen vinos aclamados de uvas cultivadas en los viñedos de la región cercana, tiene una sala de cata y un patio exterior por donde se pueden divisar las olas.
A unos cuantos kilómetros al norte de San Simeón, puede ser testigo de una de las atracciones de vida salvaje más extraordinarias de California en la Colonia de elefantes marinos de Piedras Blancas. Una pasarela que sobresale de la playa desde donde, durante la hora pico, miles de gigantescos elefantes marinos (los machos suelen medir 4 metros de largo y pesar más de 2200 kilos) se reúnen y pelean en la arena. Para poder disfrutar de más escenarios de la vida silvestre y echarle un vistazo a la historia de esta costa, los guías expertos encabezan los recorridos de dos horas en el Faro Piedras Blancas, el cual data desde 1875.
Cambria
Apenas a 15 minutos desde el Castillo Hearst, Cambria está emplazada dentro de un bosque de pinos y a lo largo de un trecho de la costa escarpada que puede explorar siguiendo una red extensa de senderos en 177 hectáreas en la reserva Fiscalini Ranch Preserve. También hay una pasarela de 1,6 kilómetros de largo en los acantilados sobre Moonstone Beach, que se encuentra repleta de hoteles situados a tan solo unos pasos del océano. Haga un brindis mientras disfruta del atardecer multicolor de Cambria con una copa de vino de la Costa Central sobre una plataforma en Madeline en Moonstone en Cambria Shores Inn.
Mientras que Cambria solo es conocida por su belleza natural, Main Street, la cual conecta los históricos pueblos del este y del oeste, está llena de restaurantes, tiendas exclusivas, y galerías, entre las que se incluyen la más exquisitas artesanías de Ephraim Pottery West. Disfrute de una rodaja de tarta de olalia casera en Linn’s Restaurant o de una cena elegante e íntima en Black Cat Bistro.
Unos pocos kilómetros al sur de Cambria, Harmony (con 18 habitantes) hace que Cambria (cuya población es de unos 5647 habitantes hasta el momento) se vea como una bulliciosa metrópolis. Originalmente considerada como un pueblo de producción láctea, el “centro” de Harmony ocupa tan solo una cuadra. A pesar de su minúsculo tamaño, Harmony es la parada perfecta para los amantes de las artes y las artesanías, gracias a Harmony Pottery Studio & Gallery y al arte contemporáneo del vidrio soplado en Harmony Glassworks. Para quienes deseen probar la dulce tradición láctea de Harmony, pueden saborear una bocha de helado de Harmony Valley Creamery.
Cayucos y Morro Bay
Aunque solo está separada por unos pocos kilómetros, Morro Bay y Cayucos tienen diferentes atmósferas. Con el emblemático Morro Rock erigiéndose desde la costa y una flota de barcos pesqueros de madera, Morro Bay es un clásico pueblo pesquero de California. Sobre su zona costera, se puede sentir el fresco sabor local de la pesca del día en los restaurantes favoritos de toda la vida, como Tognazzini’s Dockside, y también disfrutar de milanesas al sartén y otras especialidades marítimas mientras contempla la bahía en The Galley Seafood Grill & Bar.
Bien arriba de la costa, Cayucos es mucho más que un pueblo playero, con una pizca del Viejo Oeste gracias, en parte, a la prominencia de los ranchos ganaderos que se encuentran en el área. Camine descalzo sobre el muelle, realice una larga caminata por la playa de arena blanca y no se pierda el sabor clásico de Cayucos: galletas de manteca y sal marina en Brown Butter Cookie Company.