Bienvenido a una de las costas más inolvidables del mundo. Esta franja de aproximadamente 90 millas/145 kilómetros de costa recortada por la niebla y las secoyas entre Carmel-by-the-Sea y el Castillo Hearst, ni centro urbano, lo que atrae a los turistas (y a escritores como Henry Miller y a la Generación Beat de Jack Kerouac) por una fascinación mágica casi palpable. Es, sencillamente, un lugar en el que uno desea estar: acantilados, mar y cielo.
La ruta clásica a través de Big Sur, a lo largo de carretera Higway 1, ofrece un montón de lugares para estacionarse, como si fueran estacionamientos comerciales de Bixby Bridge. Detente junto a la costa y mira hacia arriba para ver los cóndores de California en peligro de extinción, las aves más grandes de Norteamérica o voltea hacia abajo para adirar a las ballenas en migración o las nutrias de mar flotando entre densas camas de algas marinas famosas en California. Abundan los lugares para acampar, como Big Sur Campground, Fernwood Resort, Riverside Campground y Pfeiffer Big Sur State Park. La belleza de la región también lo convierte en un imán para los que buscan hoteles exclusivos como el acantilado Post Ranch Inn, o el lujoso Ventana Big Sur.
Sigue leyendo para explorar tu propia versión del mágico Big Sur.