Fort Bragg quedaba fuera del radar de los turistas debido a sus antiguas raíces como cuartel militar y, luego, como ciudad maderera. Pero, actualmente, quizás luego del comienzo de la demolición del molino original de la ciudad en 1990, Fort Bragg ha mejorado su imagen y cuenta con nuevas cosas para hacer y ver. Hay algunas atracciones históricas, el más notable es el Skunk Train, que resopla por los bosques de secoyas tierra adentro hacia la ciudad de Willits. Los botes para avistar ballenas y los botes pesqueros salen del rústico puerto de Noyo. Pero quizás el indicador más importante de la evolución de la ciudad es el edificio de Company Store en Redwood y Main. Allí, los empleados madereros solían vender provisiones básicas, hoy los visitantes y los lugareños pueden comprar en boutiques y galerías antes de recargar sus energías con un plato de quesos artesanales locales y una copa de Pinot del cercano condado de Mendocino.
En cuanto al paisaje costero, también ofrece atracciones muy interesantes. Un arcoíris de vidrio de mar, suave y pulido por las fuertes olas del Pacífico atrae a los curiosos a la Glass Beach en el Parque Estatal MacKerricher. Explore el río Noyo en kayak y ver de manera íntima la vida silvestre local: nutrias de río y ciervos de cola negra.