Desde San Luis Obispo hasta Ragged Point

Con su matizada escena gastronómica y vinícola, su rica historia y su ambiente relajado, San Luis Obispo (o como lo llaman los lugareños, SLO) es una visita obligada en la Costa Central. Esta ciudad universitaria ha sido clasificada en encuestas anteriores como una de las ciudades más felices de los Estados Unidos.

Explora la plaza de la Misión y la Misión de San Luis Obispo de Tolosa. Disfruta de música en vivo en la plaza los días viernes, todas las noches de verano. Durante todo el año, el primer viernes del mes, tiene lugar el Art After Dark, un evento en el que las galerías del centro de SLO abren sus puertas para degustar vinos, bocadillos y charlar con artistas locales. A pocas cuadras de distancia, todos los jueves por la noche, puedes encontrar el mercado de agricultores de la ciudad, un escaparate del paisaje culinario de SLO, que incluye asados de carne con corte tri-tip, tamales y cerveza artesanal, todo de elaboración local.

Asegúrate de visitar la Madonna Inn de 110 habitaciones cuando te encuentres en la ciudad. Puedes terminar el día con una porción del famoso pastel de champagne rosado y luego ir a una de sus extravagantes habitaciones temáticas, como el Hombre de las Cavernas, los Pájaros del Amor, y el Zorro y el Sabueso.

SLO entrega los productos en el frente de cata de vinos. Se pueden conseguir botellas con la denominación mundialmente conocida de Paso Robles a solo unos 48 km de distancia. Pero no te pierdas la región cercana del Valle de Edna, en particular los Chardonnays de Edna Valley Vineyard y los Pinot Noirs de Tolosa. Luego, echa un vistazo a las bodegas inadvertidas del Valle de Arroyo Grande, incluidos los vinos espumantes de Laetitia Vineyard & Winery.

En Scouts Coffee puedes comenzar tu día con un croissant de almendras y un café doble expreso hecho con granos tostados del lugar.

La pintoresca ciudad costera de Morro Bay, justo al norte de San Luis Obispo, ofrece mucha diversión. No te pierdas la icónica Morro Rock de 177 metros, donde podrías llegar a ver halcones peregrinos anidando. O busca nutrias marinas y otros animales silvestres mientras remas por la bahía con un kayak alquilado de Kayak Horizons. Explora el Parque Estatal Morro Bay, con su colonia repleta de garzas azules y garcetas que se encuentran anidando, aprende sobre el entorno local y admira las hermosas vistas del agua en el Museo de Historia Natural del parque, o recorre el corto sendero hacia la cima de Black Hill Lookout para contemplar más panoramas de la bahía. Morro Bay puede ser conocida por su vida silvestre, pero si prefieres el golf que los pájaros, juega una ronda en el histórico campo de golf Morro Bay del parque estatal, que data de 1923. Los mariscos siempre están en el menú de Morro Bay, ya sea que hagas fila para probar pescado con papas fritas en Giovanni's Fish Market o elijas milanesa al sartén en el comedor frente al mar de Galley Seafood Grill & Bar.

Con sus tradiciones rancheras y el surf, la exclusiva mezcla de Cayucos del Viejo Oeste y las atractivas olas, se ganó su lugar como la pequeña ciudad más genial de Estados Unidos en la revista Budget Travel hace unos años. Camina por el muelle para tener la mejor vista de la costa a Morro Rock y para mirar a los surfistas montar las grandes olas. En la ciudad, compra arte temático de la playa en Cayucos Collective y deleítate con exquisito salmón ahumado y atún en Ruddell’s Smokehouse. De postre, definitivamente querrás elegir una colección de las especialidades dulces y saladas de Brown Butter Cookie Company. Las galletas espresso son irresistibles, pero quédate pendiente de los sabores de edición limitada y a las variedades recientemente introducidas. Si estás buscando una cena más formal, The Grill at Cass House sirve un exquisito emparedado de langosta para el almuerzo y los favoritos de la cena como las costillitas estilo toscano con salsa de tomatillos asados. A la salida de la ciudad, sigue la red de senderos que exploran, aproximadamente, 6,5 km de la línea costera y las pequeñas y aisladas playas en el Parque Estatal Estero Bluffs.

La creciente metrópolis de Harmony, a lo largo de la carretera desde el Parque Estatal Harmony Headlands (que conduce a un tramo oculto sobre el océano), alberga las Bodegas Harmony, una bodega boutique y sala de degustación, propiedad de una familia que continúa con la tradición local de fabricación de vinos que data de fines del 1800. El pueblo también tiene una bellísima galería de arte con vidrio, Harmony Glass Works, donde puedes aprender a hacer tus propias piezas, o explorar la galería en busca de jarrones, joyas y esculturas que el propietario, Eric Dandurand, y otros artistas del vidrio líderes de todo el mundo han creado. Para obtener más artesanías, Harmony Pottery Works vende hermosas cerámicas y jabones de lavanda producidos en la zona. Mientras estés en Harmony, manténte alerta del camión de helados vintage de 1957. Teniendo en cuenta que Harmony tiene apenas una cuadra, no debería ser difícil de localizar. Disfruta comiendo algunos conos del delicioso helado artesanal de Harmony Valley Creamery.

Explora las numerosas galerías de artesanías y bellas artes en el corazón de la ciudad, incluida The Vault Gallery, que se especializa en obras de aclamados artistas de la Costa Oeste y que se encuentra ubicada en un edificio que en el pasado perteneció a un banco. Un trozo de pastel de olalia en Linn’s Restaurant es una tradición de Cambria, al igual que un almuerzo en el patio enrejado de Robin’s Restaurant, uno de los favoritos de la Costa Central desde 1985.

El Black Cat Bistro aprovecha al máximo la riqueza local y estacional del condado de San Luis Obispo en platillos como un aperitivo con abulones criados en Cayucos. Durante el día, descubre varietales premium provenientes de bodegas boutique de la Costa Central en la sala de degustación de Madeline’s Restaurant. Por la noche, combina sus nuevos vinos favoritos con platillos tan tentadores como un lomo de cordero cubierto con higos secos en una reducción de Zinfandel.

Pero antes de cenar, querrás ver el atardecer. Elige entre dos lugares memorables de Cambria: el malecón de un kilómetro y medio de largo de Moonstone Beach o la Fiscalini Ranch Preserve, donde los senderos se conectan con bosques de pinos en las colinas sobre el océano.

A solo unos kilómetros de la costa desde el Castillo Hearst, encontrarás una de las mejores experiencias de vida silvestre del estado. Observa de cerca a los elefantes marinos gigantes que parecen morsas, en la estrecha playa rocosa conocida como Piedras Blancas. Si eres un amante de los animales, prepárate para pasar horas en esta colonia terrestre de focas, en la que los enormes mamíferos marinos se reproducen, nacen, mudan de piel y descansan. Animales gigantes, algunos de hasta 4,8 metros de la cabeza a la cola y de más de 1814 kilos, inflan sus hocicos en forma de tronco para crear un aullido distintivo que apaga el sonido de las olas al romperse. Las más pequeñas hembras toman baños de sol, o cuidan sus crías. La temporada alta es desde diciembre hasta fines de mayo. Se pueden ver grupos más pequeños de focas todo el año. Encontrarás guías serviciales en el lugar de Friends of the Elephant Seal que responderán a tus preguntas. Consejo de alguien que sabe: 6,4 kilómetros al sur, en la Carretera estatal 1 en San Simeón, el Sebastian’s Cafe sirve jugosas hamburguesas elaboradas con carne de res del cercano Rancho Hearst, y un bar de degustación sirve variedades de vino de Hearst Ranch Winery.

Diseñado por la legendaria arquitecta Julia Morgan, el castillo Hearst es cautivador: una colección de piezas de arte y antigüedades invaluables provenientes de todas partes del mundo, exquisitamente ensamblada en un conjunto arquitectónico mediterráneo ubicado en la cima de una montaña que Hearst bautizó La Cuesta Encantada (The Enchanted Hill).

El castillo opaca a Hollywood y es tan grandioso como los palacios más finos de Europa. Y la historia de su visionario dueño, William Randolph Hearst, es una fábula estadounidense que prueba que la realidad supera la ficción.

Si se tiene en cuenta que el castillo abarca aproximadamente 7,430 metros cuadrados, posee 165 cuartos y casi 50 hectáreas de jardines y piscinas, en una única excursión no puedes capturar verdaderamente todo su esplendor. De hecho, puedes elegir entre nueve formas diferentes de explorar el castillo, entre las que se incluyen excursiones nocturnas de temporada y de vacaciones. O date el gusto de realizar una excursión privada de cuatro horas, que puedes compartir con hasta seis personas.

¿Eres apasionado por el arte? La excursión El arte de San Simeón muestra las invaluables piezas de tapicería, pinturas y esculturas que Hearst ha coleccionado en su castillo. Esta excursión, que tiene un límite de ocho visitantes, explora algunos cuartos que anteriormente no estaban abiertos al público. Para aquellos fanáticos de la arquitectura, nada supera a Diseñando el recorrido de ensueño, una excursión que se centra en la excepcional colaboración creativa entre Hearst y Morgan, que se extendió durante más de 30 años.

Queda a unos pocos minutos de tu próxima parada en William Randolph Hearst Memorial State Beach.

Camino a Ragged Point, disfrute de las asombrosas vistas costeras junto a los acantilados más meridionales de Big Sur. Camine por los jardines en la Ragged Point Inn & Resort, o recorra el corto pero definitivamente empinado Ragged Point Cliffside Trail, un sendero de unos 2 kilómetros ida y vuelta, para llegar a una aislada playa de arena negra. Si desea un almuerzo informal, diríjase al puesto de sándwiches para pedir una hamburguesa, ensalada o pescado con papas fritas (también hay un puesto de helados). Acomódese en una de las mesas para picnic o coloque una manta en el amplio césped. Durante los fines de semana de verano, disfrute de música en vivo en la plaza o quédese para disfrutar de una cena gourmet servida a 122 metros sobre el océano Pacífico en el Restaurante Ragged Point. Siga el sendero Salmon Creek hacia las escabrosas montañas costeras a medida que camina a lo largo del cañón y a través del bosque de robles hasta Spruce Camp. Para los senderistas diurnos, es un buen lugar de despegue y una salida de ida y vuelta de 6,4 km.

Hospédate en Ragged Point Inn & Resort, donde puedes ver las coloridas flores a medida que caminas por los jardines o recorre el corto pero empinado Ragged Point Cliffside Trail, un sendero de unos 1,9 kilómetros ida y vuelta, y llega a una aislada playa de arena negra.