Existen pocos lugares en California —y quizás en todo el planeta— que puedan hacerte pensar que te encuentra en Marte. Este es uno de ellos. En esta reserva desértica, ubicada sobre la ladera oriental de la imponente Sierra, torres fantasmales de toba volcánica recortan los bordes de un lago de un millón de años de antigüedad que es el remanente salado de un antiguo mar interior. Más de un millón de aves marinas se alimentan de la superficie y se arremolinan sobre él: un increíble espectáculo de vida en este entorno aparentemente desolado.
Oriéntate con una visita al excelente centro de interpretación que se encuentra saliendo de la ruta federal 395 al norte de Lee Vining y Tioga Pass (la única ruta de este lado de las montañas que tiene Yosemite). En el centro de interpretación, encontrarás una muestra que esclarece la historia natural y humana de la Cuenca de Mono, y describe las grandes dificultades ambientales causadas por los desvíos de agua que casi aniquilan el lago. (Los enormes esfuerzos de la Comisión local del Lago Mono, con su tienda de regalos en Lee Vining, han logrado salvarlo). Las pasarelas circundantes ofrecen una amplia vista del entorno espectacular: los picos de la sierra al oeste, el desierto salpicado de chaparrales al este y vistas del lago y su diminuta Isla del Mago, un importante lugar de anidación para las gaviotas occidentales y otras aves marinas. Para avistar aves, se realizan caminatas a las ocho de la mañana, Viernes y domingos, desde mediados de mayo hasta el primer lunes de septiembre. El centro turístico está cerrado de diciembre a marzo.
Los senderos recorren toda la zona; se puede explorar el hábitat ribereño del arroyo Lee Vining que ha sido rehabilitado y los conos de ceniza de la región, cubiertos de obsidiana y piedra pómez, o se puede caminar por la toba volcánica de la zona sur, donde hay vistas muy cercanas de las agujas y conos de piedra caliza que bordean el lago y que se formaron por la interacción de los manantiales de agua dulce que desembocaban en el lago de agua ultra alcalina y que es 2 ½ veces más salada que la del océano. Los naturalistas realizan caminatas gratuitas por la toba volcánica en la zona, conocida como South Tufa Area, tres veces al día desde finales de junio hasta el primer lunes de septiembre. También se ofrecen paseos náuticos guiados por Caldera Kayaks.