Las rutas de la fruta y de las flores de Fresno

Fresno ofrece una escapada sorprendentemente divertida. Cuenta con siete estadios y un par de campos deportivos para los turistas aficionadoa a los deportes, y el festival anual Woodward Shakespeare, en el lujoso Woodward Park, que es testimonio de la inclinación cultural de Fresno.

Sin embargo, aquí lo principal es la agricultura. Visita el gran mercado agrícola del viñedo los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana. A principios de la primavera, recorre la Ruta de las flores, un trayecto de 100 km en automóvil o en bicicleta. En esta época, la ruta está rodeada de árboles frutales y nogales en plena floración. En el verano, la ruta se transforma en la Ruta de la Fruta del condado de Fresno, donde los puestos de fruta se desbordan con los productos de estación.

De regreso en la ciudad, explora un espacio subterráneo en Forestiere Underground Gardens, jardines cavados a mano por un inmigrante italiano que pensó que estar bajo tierra era una buena manera de mantenerse fresco y cómodo durante los veranos del Valle Central. Los niños adoran el Chaffee Zoo, particularmente, las focas, los leones marinos y las morsas que habitan el Sea Lion Cove. Los encuentros mensuales Art Hops son una manera fantástica de explorar el Mural District, una zona con una enorme cantidad de estudios de artistas y galerías de arte. Al oscurecer, se encienden las luces de restaurantes y clubes que hacen brillar el área de Tower District.

Un puesto de fruta que ha sido atendido por la misma familia durante cinco generaciones. Su enorme granero rojo guarda una maqueta completa de un pueblo del Oeste con una cantina y una escuela.

Situado en elCamino de las flores de Fresno, el pequeño pueblo de Sanger está flanqueado por colinas onduladas rodeadas de hileras de árboles frutales y viñedos. Ya sea que estés aquí para ver los huertos de árboles frutales en flor o para viajar a los parques nacionales de las Secuoyas y Kings Canyon, haz una pausa para saborear la vida en el campo. Abastécete de conservas locales en Centerville Fruit Station o da un paseo por el laberinto de girasoles. Compra duraznos, nectarinas y chabacanos frescos en Blossom Trail Fruit Stand. Disfruta de los huevos rancheros en Blossom Trail Café. Hay tres bodegas locales que vale la pena visitar: Ramos-Torres con vinos de estilo Rhone, Kings River Winery con vinos blancos livianos y frescos, y Marechal Vineyards con vinos Cabernet robustos y Tempranillo con cuerpo. El Sanger Depot Museum presenta hermosos artefactos de los nativos estadounidenses más un diorama que explica la historia de la tala en Sierra Nevada (el canal de transporte de madera de Sanger tuvo un papel importante).

La pequeña aldea de Minkler se encuentra en el Camino de las flores de Fresno, donde los conductores y ciclistas se amontonan en febrero y marzo para ver los tonos rosados de los pétalos de durazno y nectarina, los ramos rosados de las flores del chabacano, y los resplandores blancos de los árboles de almendras, ciruelas y manzanas. En cualquier momento del año, vale la pena parar en la Bodega Cedar View de Minkler para probar vinos artesanales. Los viticultores están orgullosos de sus raras uvas Alicante Bouschet, que fueron populares entre los viticultores caseros durante la Prohibición en el siglo XIX. Cedar View utiliza uvas de piel roja para hacer combinaciones de tintos que resalten el sabor de la fruta. Ubicado en la carretera hacia los Parques Nacionales Sequoia y Kings Canyon, el alojamiento Sequoia View Bed and Breakfast, dentro de las inmediaciones de la bodega, ofrece tres suites elegantemente decoradas, rodeadas de viñedos y campos de granjas. Al final de la calle, el Schoolhouse Restaurant and Tavern sirve alimentos de la granja a la mesa y presenta bandas en vivo todos los viernes a la noche.

En primavera, es fácil saber cuando te estás acercando a Orange Cove. Se puede sentir el dulce aroma de las flores de los cítricos (un perfume conocido como “azahar”) a kilómetros de distancia. Hogar del Camino de las flores de Orange, una extensión del Camino de las flores de Fresno, este poblado del Valle Central es un importante productor de cítricos, especialmente limones y naranjas. El histórico Ayuntamiento es el edificio principal del pequeño centro. Si tienes ganas de probar comida mexicana, pasa por OC Taco Shop en Park Boulevard y pide carne recién asada coronada con cebolla y cilantro, o conduce unos kilómetros al sur hasta el colorido comedor de La Catrina y prueba chiles rellenos, menudos y tortillas artesanales.

El imponente río Kings fluye a través de Reedley mientras realizas tu largo recorrido desde High Sierra hasta las granjas del Valle Central. Ubicada a mitad de camino entre Fresno y Visalia, esta importante ciudad agrícola ha sido conocida como “la cesta de frutas del mundo” desde 1946. Con más de 30 plantas de embalaje de frutas y verduras, Reedley es líder en el país en el transporte de productos agrícolas frescos, cultivados localmente. Pasea por los edificios de fines de siglo del centro y ve el colorido trabajo artesanal con telas que se exhibe en Mennonite Quilt Center. Elige un lugar para hacer un picnic en las arenosas playas del Río Kings. Si viajas con niños, asegúrate de llevarlos a Hillcrest Farm. Ubicado entre los huertos de ciruelos y durazneros hay un tren de vapor en miniatura, con lujosas locomotoras, vagones y más de un kilómetro y medio de vías construido por los propietarios de la granja. Se ofrecen paseos todos los fines de semana.

Deja que los niños se diviertan en el tren de vapor en miniatura y que paseen por los huertos de ciruelos y durazneros de Hillcrest Farm. Los propietarios diseñan y construyen sus propias locomotoras, carros de tren y vías de fantasía.

Kingsburg lleva sus raíces suecas con orgullo. Su torre de agua con forma de cafetera sueca se puede ver desde la autopista, y el centro de la ciudad está rodeado de arquitectura nórdica con techos a dos aguas. Las panaderías venden productos de pastelería mantecosos y Kady’s Country Kitchen sirve panqueques suecos con mermelada de arándano rojo. La herencia del norte de Europa de esta ciudad del Valle Central se remonta a 1873, cuando dos suecos llegaron a lo que entonces era solo una parada de ferrocarril. Creyeron que el suelo local estaba maduro para la agricultura, así que se quedaron allí. Al poco tiempo, sus primos y amigos suecos se les unieron, y para principios del siglo XX, el 94 por ciento de los residentes de Kingsburg eran de ascendencia sueca. En la actualidad se pueden comprar regalos suecos (coloridos caballos de Dalecarlia de madera, galletas suecas y conservas) en Svensk Butik. En mayo o junio, llénate de bayas frescas en Berry Lady Farms. Y, por supuesto, si te gustan las pasas, debes visitar el mercado de pasas Sun-Maid (solo busca la caja de pasas más grande del mundo). Además, con los varietales de Rhône producidos en sus viñedos de las fincas, en las laderas cerca del Parque Nacional Yosemite, Ramos Torres Winery ofrece un destino sorprendente para los amantes del vino. Con sus ricas maderas y su ambiente casual, la sala de degustación es un entorno atractivo para descubrir los vinos del enólogo y nativo del Valle de San Joaquín, Oscar Ramos-Torres, incluidos los Cabernet Sauvignons elaborados con uvas de Lodi.

Cerca de la bulliciosa Fresno, pero con un estilo completamente diferente, Clovis, es un auténtico pueblo del oeste. Tiene aceras de ladrillo que rodean las calles del casco antiguo y una gran cantidad de tiendas de antigüedades y artículos de colección; la mayor cantidad por metro cuadrado en todo California. Aunque no seas coleccionista, disfrutarás pasear por sus calles llenas del encanto de principios de siglo. Hojea los tomos usados, raros y sin catalogar en la tienda de libros de segunda mano Clovis Book Barn (pide que te muestren la colección de primeras ediciones). Devora los biscotti de limón o de arándanos en Rosetti’s Biscotti House. En el casco antiguo de Clovis también encontrarás un mercado de productores llenos de frutas los sábados a la mañana, durante todo el año y los viernes a la noche en verano. Si quieres hacer algo de ejercicio, los 41 kilómetros de senderos pavimentados que recorren el pueblo son perfectos para trotar o andar en bicicleta.