El nombre del juego en Legoland California es descubrir y maravillarse. A donde mires, verás algún uso divertido de los bloques LEGO y sus paseos mecánicos, ya sea en Driving School, donde los niños aprenden las normas de tránsito en pequeños automóviles de Lego, o en Safari Trek, donde los conductores manejan Jeeps rayados como animales y recorren un mundo de jirafas, elefantes y tigres de tamaño natural (todo hecho de Legos, sí, tal como lo imaginaste). En Fairy Tale Brook, súbete a un bote extravagante con forma de hoja gigante para pasar flotando frente a escenas recreadas de historias clásicas como Los tres chanchitos (la casa de ladrillos está lógicamente hecha de bloques de plástico).
Para que tu hijo tenga su primera experiencia en una montaña rusa, súbete a la Coastersaurus apta para niños, promocionada como un paseo “poco atrevido”, pero lo suficiente para emocionarse pero no para asustarse, ni pedir a gritos irse a casa con mamá. Es muy posible que te mojes en los paseos como el Aquazone Wave Racer, que no se acerca a un canal con agua pero recibirás bombas de agua sorpresivas de otros espectadores. Para descansar más tranquilo, haz el tour tras bambalinas de la fábrica, que te muestra cómo se hacen los Legos o deje que sus pequeños sean creativos con el práctico Duplo Play. El Sky Cruiser siempre anima a las multitudes (y casi siempre hay multitudes), pero ¿quién no quisiera pedalear automóviles de Lego coloridos sobre vías que recorren el parque desde arriba? Para hacer filas más cortas, intenta llegar al parque temprano, dirígete directo a los juegos y atracciones más alejadas y luego vuelve en sentido contrario hacia la entrada.