Conocida por reclusos famosos como Al "Scarface" Capone, George "Machine Gun" Kelly y Robert “Birdman" Stroud, Alcatraz es sin duda uno de los sitios más aleccionadores de San Francisco. Erguida en una isla azotada por el viento y la niebla, con vista a la deslumbrante ciudad pegada a la bahía, tan cerca pero a la vez tan lejos (las aguas de aquí son sumamente frías y traicioneras), es fácil imaginar lo agonizante que debe haber sido esta prisión federal para los reclusos encarcelados entre 1934 y 1963. Diariamente se ofrecen visitas matutinas, vespertinas y de madrugada a la isla, con excursiones que reproducen el audio de las celdas. Las audio guías incluyen comentarios grabados de los antiguos reclusos de Alcatraz, lo que resulta escalofriante y fascinante a la vez y le suma gran profundidad a la visita. Si deseas darle un giro más bizarro, realiza la misteriosa visita después del anochecer.
Pero una visita a "la Roca" no es todo pesimismo y fatalidad. Esta isla, rica en historia, es también sede del primer faro y el primer fuerte militar de EE. UU. construido en la Costa Oeste. En días despejados, Alcatraz presume de tener una vista de 360°. Camina por Alcatraz para disfrutar las vistas de la ciudad, del Puente Golden Gate y del impresionante Bay Bridge que conecta con el este de la bahía, el exuberante y verde Condado de Marin hacia el norte y la cercana Isla Angel: un parque estatal californiano y otra isla de la Bahía de San Francisco que vale la pena visitar.
Es más, Alcatraz se ha transformado en un importante lugar de anidación para aves marinas y aproximadamente un tercio de la isla está acordonada durante la temporada de anidación para permitir que los pájaros críen a sus polluelos. Observa detenidamente los edificios en decadencia y los jardines abandonados de la isla (las esposas de los antiguos guardias y personal penitenciario eran conocidas por su mano verde) para espiar los nidos de los cormoranes, araos colombinos, garzas blancas, garzas nocturnas coroninegras y las gaviotas californianas, que parecen singularmente buenas para poner huevos porque lo hacen en medio de senderos peatonales.
Nota: Aunque los ferries salen con frecuencia de Fisherman’s Wharf, reserva por anticipado; los lugares se suelen vender con semanas de antelación.