Recorrido por la Tierra del vino

La bulliciosa ciudad de Napa, en la ribera del río Napa, cuenta con restaurantes manejados por los mejores chefs, hoteles de lujo, parques y paseos para caminar, y múltiples salas de degustación. Encuentra en el centro los mejores restaurantes para deleitarte: desde pastas y pasteles en Oenotri to Kenzo, un restaurante japonés que presume de tener una estrella Michelín y un premio a la excelencia de Wine Spectator. Después de cenar, disfruta de un espectáculo en la sede del afamado Blue Note de la Ciudad de Nueva York, ubicado dentro de uno de los centros sociales y culturales de la región, el Napa Valley Opera House. Para pasar la noche, R&R ofrece muchas opciones, como el elegante hotel Andaz Napa de estilo urbano y la increíblemente romántica mansión de 1889, Churchill Manor B&B.

Este pintoresco corredor gastronómico es el lugar perfecto para probar ostras frescas en Hog Island, degustar la charcutería artesanal de Fatted Calf o deleitarse con las trufas y los caramelos de Anette’s Chocolates. Elige en el mercado un pastel orgánico cocido en horno a leña de Ca’ Momi, galardonado con la certificación de la VPN (Vera Pizza Napoletana) y la APN (Associazione Pizzaiuoli Napoletani). Seguramente encontrarás algo para disfrutar en estas instalaciones de 3716 metros cuadrados, ya sea un refinado cappuccino enRitual Coffee Roasters, una gran IPA en Fieldwork Brewing Co. o una fantástica lectura en Napa Bookmine.

Ubicado en el extremo norte del Valle de Napa al pie del monte Santa Helena, Calistoga es el pueblo hermano del bullicioso centro de Napa, un lugar menos visitado y más relajado. La escena del vino local de Calistoga aún llama la atención de las personas, en parte gracias a Castello di Amorosa, el castillo medieval, con múltiples torres en una colina construido por el vitivinicultor de estilo italiano Dario Sattui. Para conocer un enfoque menos tradicional del jugo de uvas, haz una parada en la bodega de estilo hípster Tank Garage Winery. Abre los siete días de la semana y se especializa en combinaciones con nombres como Yacht Rock, Backstage Pass y Eddie. Definitivamente, el vino no es el único elixir que le gusta a la gente en este lugar. Calistoga es la capital de spas y aguas termales del valle; desde la década de 1800, los visitantes han venido aquí en masa en busca del rejuvenecimiento que prometen las aguas ricas en minerales volcánicos. Los spas y resorts varían entre informales y muy elegantes; la mayoría ofrece baños calientes, saunas y masajes. Calistoga también es el punto clave para disfrutar de otra experiencia característica del Valle de Napa: una vuelta en globo. Flotar sobre la niebla de la mañana mirando el valle tranquilo a medida que el sol se asoma sobre las colinas que lo rodean; ¿puedes pensar en un lugar mejor para estar?

Tamber Bey Vineyards es conocido por sus Pinot Noir y sus Cabernet, su tropa de caballos y, sorprendentemente, por sus galletas. Acompaña la degustación con una sabrosa selección de galletas de mantequilla para sacar lo mejor de las vendimias.

La impecable ciudad de Healdsburg, en el extremo norte del condado de Sonoma, recientemente fue llegó al lugar no. 2 de la lista de “Mejores pequeños pueblos para visitar” en los Estados Unidos por la revista Smithsonian. De hecho, Healdsburg es una ciudad bastante pequeña, con una población de poco más de 11,000 habitantes, pero muchos nombres del lugar se han vuelto famosos. Toma por ejemplo, los alojamientos de lujo como el Relais & Chateaux Hotel Les Mars; SingleThread, un trío de granja, restaurante y posada que ganó tres estrellas Michelín; y el restaurante Valette del chef local Dustin Valette. Es fácil pasar un día entero recorriendo los alrededores de Healdsburg Plaza y sus numerosas salas de degustación, cada una con su propio ambiente. Visita el elegante Cartograph con vinos de barril, el moderno Banshee con su reproductor de vinilos, o prueba alguna de las aclamadas cervezas artesanales del condado de Sonoma en Bear Republic Brewing Co.

Esta tranquila finca familiar ofrece pequeños lotes de Pinot Noir y Chardonnay de su propiedad de 14 hectáreas.

Para cualquier persona que conduzca a la costa, a lo largo de la Carretera 128, es difícil pasar por alto este pequeño pueblo y es imposible resistirse a él. Hay muchos lugares para comer aquí, y puedes probar los Pinot Noirs y otras variedades de vino en Foursight Wines, Bee Hunter Wine o Seabass Family Wines.  Pennyroyal Farm es otra atracción clave. Esta granja de cabras y ovejas de 27 hectáreas se especializa en la elaboración artesanal de queso, los visitantes pueden recorrer la fábrica de productos lácteos, conocer a los animales, explorar el granero alimentado por energía solar y probar el vino artesanal. Si bien, esta parte del condado de Mendocino es definitivamente una región vinícola, los defensores de la cerveza querrán visitar Anderson Valley Brewing Co., una cervecería artesanal conocida por su galardonada Boont Amber Ale y un campo de disc golf que es popular entre los lugareños.

Cinco generaciones han estado administrando esta posada. En sus elegantes jardines, que llegan hasta una bahía protegida, sentirás que verdaderamente te están consintiendo con esas cenas con frutos de mar locales y vinos galardonados de la Costa Norte.

Whale Watch Bar, ubicado en The Little River Inn, es uno de los abrevaderos favoritos de la Costa Norte. Acerca una silla, pide una pinta y contempla el océano en busca de chorros.

Mendocino es un pueblito encantador de la Costa Norte, justo sobre una colina tallada por las olas, está enclavado entre bosques frondosos y un mar incansable. Su ubicación increíble es un imán natural para los artistas y, a menudo, podrás verlos plasmando el hermoso paisaje en sus lienzos. El pueblo está hecho para caminar, así que recorre las calles con tiendas que venden arte local y, luego, disfruta un café mientras charlas con los lugareños. Camina por los acantilados, sobre todo en los atardeceres libres de niebla. Las residencias de la era Victoriana, convertidas en B&Bs en todos los niveles de elegancia, parecen casas de jengibre que han cobrado vida. Mendocino también sabe cómo ofrecer buenas fiestas, en especial cuando se trata de comida, y sus festivales anuales rinden culto a los hongos, los vinos y el cangrejo, además de celebrar a los habitantes más grandes de la región: las ballenas.

En The Stanford Inn by the Sea, las mascotas son bienvenidas, las vistas son épicas y cada estadía incluye alquileres de bicicletas de montaña y un desayuno diario del chef, con ingredientes de la huerta orgánica. Enciende tu chimenea con leña y acomódate para una buena noche de descanso.