Majestuoso e histórico, el Fairmont Sonoma Mission Inn & Spa aporta un aire europeo a sus 5,2 hectáreas en el extremo norte de Sonoma. También aporta aguas termales a 335,2 metros de altura que llenan las piscinas del complejo y lo convierten en uno de los pocos hoteles de lujo con spa de Estados Unidos con su propia fuente de agua mineral termal.
Toques formales adornan la posada con estilo de Misión Española, como el techo del vestíbulo de vigas vistas y la gran chimenea, y se extienden a las habitaciones, donde encontrará tinas de mármol y mobiliario de estilo provenzal. Muchas de las habitaciones, remodeladas en 2017, cuentan con chimeneas y algunas suites cuentan con camas con dosel, balcones o jacuzzi.
Las experiencias culinarias del hotel son dirigidas por el chef de cuisine Andrew Cain, alumno de The French Laundry. Su restaurante insignia, Santé, se ha convertido en un destino en sí mismo al incorporar ingredientes locales de gran calidad a su alta cocina. Pruebe el siempre cambiante menú de degustación de siete platos o deguste entradas que pueden incluir vieiras diver en una langosta de coco aromatizada con tocino o entrecot de carne de wagyu. Termine la noche en 38º North, el bar del hotel que sirve más de 50 vinos por copa.
También fluyen aquí esas antiguas aguas termales; más llamativas en el muy valorado Willow Stream Spa. El espacio de 3716,1 metros cuadrados aprovecha al máximo las curativas aguas en cinco exclusivas piscinas. Aquí puede experimentar el Watsu, o masaje flotante, insignia del spa. También puede elegir tratamiento como un baño de burbujas de lavanda o una sesión de vendas cálidas con semillas de uva y rosa mosqueta.
Cuando ya se sienta renovado, juege en el campo de golf de campeonato de 18 hoyos en el vecino Sonoma Golf Club (abierto solo para miembros y huéspedes del hotel), juegue al tenis o inscríbase en una de las caminatas o clases de gimnasia diarias sin cargo. Luego relájese con la degustación de vinos diaria por la tarde; después de todo, estamos en Sonoma.
