Es difícil imaginarse un ave que tenga una envergadura tan grande como tu automóvil (o, si tienes un Mini, incluso más grande). Y, si no fuera por las arduas tareas de conservación, dicha imagen hubiera desaparecido completamente de nuestro estado. Afortunadamente, el magnífico cóndor de California —que dibuja grandes círculos en el cielo y cuyas alas alcanzan más de 9 pies/3 metros de punta a punta—, ha sido recuperado luego de estar a punto de extinguirse. A fines de la década de 1980, solo quedaban entre 25 y 30 ejemplares de cóndores en estado salvaje.
Gracias a los esfuerzos intensos para capturar crías de las aves en grave peligro, junto con la organización Ventana Wildlife Society, los zoológicos de San Diego y Los Ángeles, y otras organizaciones que se ofrecieron a ayudar, lentamente se reintrodujo a los cóndores a la vida salvaje. Hoy en día, cerca de 300 aves de gran tamaño sobrevuelan los cielos de California, Arizona y México. Y uno de los mejores lugares para avistarlas es en Big Sur. Si ves una fila de automóviles estacionados, pasajeros mirando y apuntando al cielo o, incluso, con binoculares o telescopios, probablemente sea porque hay uno o dos cóndores en el área. Deténtee: puede ser una oportunidad única en la vida. Pero esperamos que no lo sea.