Cascadas y Firefalls
California Central
Parque Nacional Yosemite

Famoso por sus cascadas pronunciadas y grandes laderas de granito, este parque inigualable, designado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1984, atrae a 4 millones de visitantes cada año, y con razón. Casi del tamaño de Rhode Island y con más de 1,100 millas cuadradas/284,899 hectáreas, tiene una belleza natural inolvidable, desde las escarpadas laderas del Valle Yosemite hasta la belleza alpina de Tuolumne Meadows.
Glacier Point en Yosemite
La imponente vista desde Glacier Point, un precipicio de granito de 7,214 pies/2,199 metros que llega de forma dramática al Valle Yosemite, abarca los puntos más famosos del parque: Half Dome, Clouds Rest, Liberty Cap, las cascadas Vernal y Nevada, y High Sierra. Para muchos visitantes del parque, es el mejor lugar para tomar una fotografía en Yosemite. Llegar al Glacier Point toma aproximadamente una hora en automóvil o en autobús desde el Valle Yosemite, o puedes apreciar la vista subiendo por el difícil, pero gratificante, sendero de cuatro millas.
Glacier Point tiene un anfiteatro al aire libre para las charlas que dan los guardabosques por las tardes, una impresionante cabaña de troncos con una tienda de bocadillos y de regalos, y un pequeño edificio de piedra conocido como la Geology Hut que se construyó en 1924 como un museo. Hoy es un buen lugar para tomar fotografías. Desde este lugar podrás disfrutar de las inolvidables vistas de Half Dome, North Dome y del cañón del río Merced. Ven a ver la puesta del sol, cuando la Half Dome se pone rosada.
Por el camino a Glacier Point, hay varias sendas para caminatas sencillas. Las familias disfrutan los senderos sencillos Taft Point y Sentinel Dome, que comienzan en el mismo estacionamiento pero se dirigen en direcciones opuestas. Sentinel Dome es una cúpula de granito de 8,122 pies/2,475 metros que ofrece una perspectiva imponente de las cataratas de Yosemite como parte de tu vista panorámica de 360 grados. La vista desde Taft Point es completamente diferente: una vista de frente de El Capitán y una vista de la base del Valle Yosemite que te dará vértigo: 3,500 pies/1,067 metros hacia abajo. Sosténte de la barandilla (¡y sostenga a sus hijos!) mientras se asoma para mirar.
Ten en cuenta que Glacier Point se cierra por nieve, generalmente, de noviembre a principios del verano, pero es una gran ruta para practicar snowboard o cross country ski.
Valle Yosemite
Este valle, que es una maravilla geológica de 4,000 pies/1,220 metros de profundidad, está bordeado por grandes acantilados y rocas pulidas, esculpidas por glaciares y es la joya del Parque Nacional Yosemite. Si bien existen valles esculpidos por glaciares con características similares en otras partes del mundo, ninguno puede competir con lo que el legendario naturalista John Muir denominó “un valle incomparable”.
"Siéntese para contemplar la puesta del sol, que oculta su resplandor rosado en la mundialmente famosa Half Dome."
Además de su belleza natural, el Valle Yosemite alberga a los osos negros, los ciervos y las ardillas, así como a cientos de empleados del parque y miles de visitantes durante todo el año. Los visitantes que vienen por primera vez se sorprenden al ver que el Valle Yosemite tiene un consultorio de dentista, una cárcel, un tribunal, un garaje para automóviles y una iglesia, así como una amplia variedad de alojamientos, campamentos, restaurantes y otros servicios para los visitantes. A los visitantes, no les faltan actividades para hacer. Las actividades organizadas varían desde caminatas sobre la naturaleza guiadas por guardabosques hasta presentaciones teatrales por las tardes, desde patinaje sobre hielo hasta seminarios de fotografía, desde elaboración de cestas indias hasta lecciones de escalada en roca y rafting por los ríos. Para crear tu propia aventura, diríjete a uno de los tantos senderos, caminos pavimentados para andar en bicicleta hacia el lago Mirror y otros sitios, o, simplemente, siéntate para contemplar la puesta del sol, que oculta su resplandor rosado en la mundialmente famosa Half Dome.
Tuolumne Meadows en Yosemite
Tuolumne Meadows, que es una de las regiones más fotografiadas de Yosemite, es una amplia extensión de tierra cubierta de hierba, rodeada de grandes cúpulas y picos de granito. A 8,600 pies/2,627 metros, la inmaculada pradera se extiende por más de dos millas/3.2 km a lo largo del río Tuolumne, lo que la convierte en la pradera subalpina más grande de Sierra Nevada. Desde sus bordes tranquilos, los senderos van hacia todas las direcciones: a los lagos alpinos debajo de los picos Cathedral y Unicorn, a una serie de cascadas descomunales en el río Tuolumne y a las cimas de altas cúpulas de granito con vistas imponentes.
Si bien Tuolumne es la piedra angular de un gran parque para senderistas y mochileros, también es un buen lugar para los visitantes que simplemente desean disfrutar del paisaje. El pequeño centro para visitantes, ubicado en una histórica cabaña, tiene exhibiciones que se centran en la geología, la flora silvestre y la vida salvaje de la región. ¿Quieres hacer un picnic? En verano, visita la tienda más alta del estado: la notable Tuolumne Meadows Store. Allí encontrarás provisiones, repelente para mosquitos, ropa, mapas y guías. En la misma tienda, se encuentra el Tuolumne Meadows Grill, donde se sirven sustanciosos desayunos y almuerzos, que incluyen los inolvidables panqueques de trigo sarraceno. Los conos de helado se venden mucho en las tardes cálidas. Cerca, el Tuolumne Meadows Lodge ofrece alojamiento para pasar la noche con un estilo de tienda de campaña y comida para recuperar energías.
Hotel Majestic Yosemite
La noche cuesta un dineral, pero recorrerlo por dentro no tiene costo, disfruta del esplendor de este hotel de los años veinte. Esta Propiedad Histórica Nacional en el Valle Yosemite tiene varias “habitaciones públicas” donde los visitantes pueden apreciar su arquitectura que data de 1927, diseñada por Gilbert Stanley Underwood. Todo en Majestic Yosemite (anteriormente llamado Ahwahnee) fue construido a gran escala, desde las grandes vigas de madera trabajadas a mano, hasta las chimeneas de piedra, tan grandes que se podrías organizar una merienda dentro. Para adornar esta robusta estructura verás vitrales coloridos, tapices y cestas de nativos americanos, tapetes kilim turcos y pinturas del siglo XIX inspiradas en Yosemite, que retratan las cascadas y las gigantes secoyas del parque.
Muchos famosos se han hospedado en el Majestic, como John F. Kennedy, Greta Garbo, la Reina Isabel II y Winston Churchill. Vale la pena gastar el dinero para quedarse en una de sus 123 habitaciones, suites o cabañas. Pero si no lo haces, puedes reservar una mesa para el suntuoso brunch del domingo en el gran comedor del Majestic Yosemite (anteriormente conocido como Ahwahnee) o, simplemente, sentarte a lado de la chimenea en el gran salón, mirar las arañas de hierro forjado que cuelgan de los techos del salón comedor ostentosamente pintados a una altura de 34 pies/10 metros, o disfrutar de un cóctel en el bar. Se ofrecen visitas guiadas gratuitas de una hora de duración en el Majestic Yosemite (anteriormente conocido como Ahwahnee), durante todo el año; consulta en la recepción del hotel para obtener un calendario actualizado.
Wawona y Mariposa Grove
Cuando los nativos americanos viajaban por las laderas y el Valle Yosemite, Wawona era el punto medio del recorrido. Luego lo llamaron Pallachun, que significa “un buen lugar para quedarse”. Este campamento indio hoy es la pequeña comunidad de Wawona, que alberga al histórico Big Tree Lodge (anteriormente conocido como Wawona Hotel) y a un conjunto privado de cabañas en la montaña, varias de ellas disponibles para rentar. Pasa una noche (relájarse en una de las sillas de Adirondack en la amplia galería del hotel es un rito de la Sierra) o, simplemente, pasa el día en la zona.
El hotel refleja sus raíces del siglo XIX y la elegancia de le época con sus luces y otros detalles.”
En verano, puedes zambullirte en las piscinas naturales cercanas, seguir el sendero en zigzag hacia las cascadas Chilnualna (mejor en primavera), aprender una lección de historia en el Pioneer Yosemite History Center (y dar un paseo en carruaje a caballo) y visitar el Mariposa Grove con gigantes secoyas, que protege a más de 500 de estos árboles espectaculares (espectacularmente enormes). El hotel mismo tiene un pequeño centro para visitantes con información sobre más actividades en el área. Por la tarde, el pianista y cantante Tom Bopp toca canciones viejas, melodías vaqueras y canciones románticas, que tratan de la historia de Yosemite.
Wawona está próxima a la entrada sur del Parque Nacional Yosemite, la cual normalmente tiene acceso al magnífico Mariposa Grove de secuoyas gigantes. Sin embargo, el lugar está actualmente en restauración importante, y ningún vehículo tiene accseso hasta que el proyecto sea completado (aproximadamente hasta otoño del 2017). Se permite el acceso a pie y a caballo, pero sólo en el sendero exterior del lugar, desde el cual se puede observar un número limitado de secuoyas. Además, tiene que caminar desde el Big Trees Lodge hasta el sendero -un camino agotoador que te llevarça todo el día recorrer. (Pregunta por más detalles en el centro del visitante). Afortunadamente, existen más secuoyas gigantes en el parque a las que se puede accesar por otras rutas: visita Tuolumne Grove, en la carretera Toiga justo al este de Crane Flat, y Merced Grove, la cual se encuentra en la carretera de Big Oak Flat al este de la entrada de Big Oak.
Escalada en roca en Yosemite
Yosemite es bien conocido por ser una meca de los escaladores de roca, aunque hasta los más experimentados pueden acobardarse en un primer vistazo de las enormes paredes verticales del Valle Yosemite. Para recibir una lección práctica, inscríbete en la Escuela de montañismo y servicio de guías de Yosemite, que da seminarios y clases para escaladores principiantes, intermedios y avanzados desde mediados de abril hasta octubre, todos los años. Las clases son diarias en el Valle Yosemite y en Tuolumne Meadows; allí podrás rentar el equipo necesario.
Si, en cambio, prefieres ver a los escaladores de roca esforzarse, diríjete a El Capitán. Siéntate en una silla cómoda y contempla el rostro del gran Capitán para ver a los diminutos escaladores ascender por la ladera rocosa prácticamente vertical. Desde que se conquistó esta ladera rocosa de 3,593 pies/1,095 metros en la década de 1950, una sucesión de valientes escaladores han llegado poco a poco hacia la cima. La mayoría lo hace en un lapso de tres a cinco días; pasan la noche en las cornisas o atados a hamacas (busca la luz de sus linternas mientras se preparan para pasar la noche). Sin embargo, una nueva raza de escaladores rápidos y desvergonzados ha completado el ascenso hasta “La nariz”, una de las rutas de escalada más conocidas de El Capitán, en tan solo unas horas.
Medios de transporte en Yosemite
¿Quieres que otra persona te lleve a recorrer Yosemite? Buena idea. El parque ofrece una amplia variedad de medios de transporte, desde autobuses gratuitos hasta excursiones pagadas. Salen autobuses gratuitos diarios del Valle Yosemite (hasta las 10 de la noche en verano), horarios más cortos en invierno. Simplemente, súbete a los autobuses en cualquiera de las 19 paradas; salen cada 10 a 20 minutos. Los autobuses gratuitos también toman la carretera 120, la Tioga Pass Road, en verano.
La excursión más popular del parque es el Valley Floor Tour, un recorrido de dos horas, 26 millas/42 kilómetros, durante todo el año, a través del Valle Yosemite. Permite ver fácilmente paisajes famosos como las cataratas de Yosemite, Half Dome, El Capitán y las cascadas Bridalveil. Un guía va explicando el recorrido mientras permaneces sentado en un tranvía al aire libre y disfrutas de las vistas sin obstrucciones. (En invierno, la excursión se realiza en un autobús cerrado). Otras rutas acceden a Glacier Point, Wawona, Mariposa Grove y Tuolumne Meadows. Un buen consejo para los senderistas: toma el autobús hacia Glacier Point o Tuolumne Meadows y, luego, camina de regreso al valle.
Para desligarte completamente de tener que conducir, puedes llegar al parque con transporte público. El Sistema de Transporte Regional del Área de Yosemite (YARTS) funciona durante todo el año por la carretera 140 fuera de Merced, con un servicio de verano desde el norte en Sonora y, desde el este, en Mammoth Lakes. Cada ruta tiene múltiples paradas, incluso en las ciudades de acceso. Una vez que llegue a Yosemite, puede utilizar el sistema de transporte del parque.
Pueblos para escapar a Yosemite
El camino a Yosemite puede aportarte mucho más a tu viaje, si dedicas tiempo para explorar las ciudades históricas ubicadas en el camino al parque. Muchas de estas comunidades de la era de la Fiebre del Oro han recibido un nuevo impulso, gracias, en parte, al crecimiento de la tierra del vino, al nuevo enfoque de productos alimentarios y de comer productos directos de la granja, y a un mayor interés en abandonar las grandes ciudades y crear nuevas vidas en pequeñas comunidades rurales con fuertes lazos y grandes espacios abiertos y oportunidades. A continuación, algunas paradas que valen la pena en las principales rutas hacia el parque.
Carreteras 49 y 120: Visita Sonora y el Parque Histórico Estatal de Columbia que está cerca, donde verás maravillosas recreaciones de la vida de la era de la Fiebre del Oro y allí tendrás una oportunidad para intentar buscar oro. Sigue al sur hacia Jamestown para subirte a una antigua locomotora de vapor para dar un paseo por el Parque Histórico Estatal Railtown 1897. En la carretera 120, sube a la ciudad alpina de Groveland y visita el Iron Door Saloon, que era un antiguo edificio de correos que le ha dado la bienvenida a millones de visitantes que van o vienen de Yosemite desde 1896.
Carretera 120 (Tioga Pass). Este viaje espectacular a Eastern Sierra y a Tioga Pass, que cuenta con una altura de 9,945 pies/3,031 metros, te llevará a los senderos, a las cúpulas de granito y a las flores silvestres de Tuolumne Meadows. Antes de comenzar a subir al este desde Lee Vining o, si te estás dirigiendo hacia el parque desde los Mammoth Lakes (aproximadamente 25 millas/40 km al sur por la carretera 395), visita la Reserva Natural Estatal Mono Lake Tufa y sus maravillosas formaciones de piedra caliza; luego, deténte a comer en el inigualable Whoa Nellie Deli. Nota: La carretera 120 (y la tienda de comestibles) cierran en invierno, generalmente de noviembre a mayo.
Carretera 41: Sube desde Fresno y hacia las laderas ondulantes y al sendero Madera Wine, donde encontrarás varios viñedos y salones de degustación. La siguiente salida es Oakhurst y el impresionante alojamiento de lujo Château du Sureau y su restaurante, Erna's Elderberry House Restaurant. Más allá de Oakhurst, la carretera 41 dobla y sube casi 3,000 pies/914 metros hacia el pequeño Fish Camp (59 habitantes), donde puedes tomar el imponente Yosemite Mountain Sugar Pine Railroad. Desde Wawona, continúa por la carretera 41 al norte hacia El Portal y la legendaria Tunnel View, una vista panorámica del Valle Yosemite que dejará sin aliento incluso al viajero más acostumbrado a la Sierra.
Carretera 140: Desde Merced, la carretera 140 te lleva a las bodegas de Sierra Foothill, conocidas por su varietal Zinfandel delicioso y achocolatado. En la ciudad de Mariposa, podrás ver una pepita de oro cristalino de casi 14 libras/6.4 kg en el Museo Estatal de Minería y Minerales de California. Luego, la ruta sigue el salvaje e imponente río Merced, antes de llegar a El Portal en el límite del parque nacional.
Eventos invernales en Majestic Yosemite
El principal evento que se organiza cada invierno en el Hotel Majestic Yosemite (anteriormente conocido como Ahwahnee) es Bracebridge Dinner, una espléndida celebración navideña inglesa del siglo XVIII donde se presentan más de 100 artistas y un banquete de siete tiempos. The December show es una adaptación libre de un capítulo de Sketch Book de Washington Irving y se realiza cada año en el Majestic desde 1927. El programa de cuatro horas incluye música de la Edad Media, rituales del Renacimiento, decoraciones navideñas tradicionales y mucha comida, canciones y júbilo. El evento se lleva a cabo durante un poco menos de una docena de noches desde mediados de diciembre; por lo tanto, los boletos tienden a agotarse pronto.
Otros eventos invernales populares en Majestic Yosemite son Grand Grape Celebration y Taste of Yosemite; para ambos eventos, el gran salón del hotel se transforma en un aula de arte culinario. El Grand Grape Celebration, que se realiza en noviembre y diciembre, es una celebración de la vendimia otoñal con sesiones de dos días de degustaciones de vinos, seminarios y cenas de gala de cinco tiempos. Taste of Yosemite que se lleva acabo durante los meses de enero y febrero, los mejores chefs de California hacen su magia durante una demostración de una hora; los maestros cocineros preparan luego un cena de gala para todos los presentes. Uno de los grandes beneficios para los asistentes es poder acceder a la cocina de Majestic Yosemite. Debajo de sus techos de 35 pies/10.7 metros de altura encontrarás reliquias culinarias como los grandes refrigeradores originales de 1927, que se mantenían fríos con bloques de hielo de 500 libras/226.8 kg que se extraían del cercano lago Mirror.
Rock Climbing in Yosemite
Yosemite is well known as a mecca for rock climbers, but even experienced climbers can be daunted by their first glimpse at Yosemite Valley's massive vertical walls. Tuolumne Meadows, the other big climbing draw to the park, has numerous granite domes and formations like Cathedral Peak and the Matthes Crest, a mile-long granite fin with sheer drops of 500 feet. For hands-on instruction, sign up with Yosemite Mountaineering School and Guide Service, which conducts seminars and classes for beginning, intermediate, and advanced climbers from mid-April to October each year. Classes meet daily in Yosemite Valley and Tuolumne Meadows; equipment rentals are available. Yosemite Mountain Shop, located in the park, also has climbing gear for purchase.
"Scan the face of massive El Capitan ('The Captain' in Spanish) to see impossibly tiny climbers ascending the almost sheer face."
If you'd rather watch rock climbers than do it yourself, head to El Capitan Meadow. Set up a camp chair and scan the face of massive El Capitan (“The Captain” in Spanish) to see impossibly tiny climbers ascending the almost sheer face. Ever since this 3,593-foot rock face was first climbed successfully in the 1950s, a succession of bold adventurers have inched their way to the top. Most do it in three to five days; their nights are spent sleeping on ledges or tethered into hammocks (watch for the glimmer of their headlamps as they get ready to tuck in for the night). However, a brazen new breed of speed climbers has completed the ascent of “The Nose,” one of El Cap’s best-known climbing routes, in just a few hours. But speed isn't the only way climbers have distinguished themselves on this rock. Climbers Tommy Caldwell and Kevin Jorgeson made history in January 2015 when they became the first to free-climb El Cap's Dawn Wall, long considered the most difficult rock climb in the world. The remarkable feat, in which climbers only use ropes and harnesses for safety and depend solely on their strength and talent to ascend, took 19 grueling days.
Useful info: Visit Yosemite’s website for the park’s climbing regulations, and find out more about things to do in Tuolumne county.
Getting Around the Park
Want someone else to drive you around Yosemite? Smart idea. The park offers a wide range of public transportation, from free shuttle buses to fee-based tours. Free shuttles run throughout Yosemite Valley daily (until 10 p.m. in summer), shorter hours in winter. Simply hop on the shuttles at any one of 19 stops; buses run about every 10 to 20 minutes. Free shuttle buses also access Highway 120, the Tioga Pass Road, in summer.
The park’s most popular fee-based tour is the year-round Valley Floor Tour, a two-hour, 26-mile trip through Yosemite Valley, offering easy viewing of famous sights like Yosemite Falls, Half Dome, El Capitan, and Bridalveil Falls. A guide narrates the tour while you sit in an open-air tram and enjoy unobstructed views. (In winter, the tour takes place in an enclosed bus.) Other routes access Glacier Point, Wawona, Mariposa Grove, and Tuolumne Meadows. Great tip for hikers: take the bus to Glacier Point or Tuolumne Meadows, then hike back to the valley.
To really leave the driving to someone else, consider getting to the park via public transit. The Yosemite Area Regional Transportation System (YARTS) operates year-round on Highway 140 out of Merced, with summer service from the north in Sonora and from the east in Mammoth Lakes. Each route has multiple stops, including in gateway towns. Once you arrive at Yosemite, you can use the park’s shuttle system.
Yosemite's Gateway Towns
Getting to Yosemite can add a lot to your trip—if you take time to explore the historic towns on your way to the park. Many of these Gold Rush–era communities have seen a jolt of new energy, thanks in part to booming wine country, a new focus on farm-to-table dining and food products, and a growing interest in leaving big cities to create new lives in smaller, rural communities with strong bonds and wide-open spaces and opportunities. Here are a few worthwhile stops on the major routes into the park:
Highways 49 and 120: Visit Sonora and nearby Columbia State Historic Park, with outstanding recreations of Gold Rush-era life and a chance to try your hand at gold-panning. Continue south to Jamestown to board an antique steam locomotive for a ride around Railtown 1897 State Historic Park. At Highway 120, climb to the alpine town of Groveland and the Iron Door Saloon, a onetime post office building that has welcomed folks on their way to and from Yosemite since 1896.
Highway 120 (Tioga Pass): This spectacular drive over the Eastern Sierra and 9,945-foot Tioga Pass leads to the trails, granite domes and wildflowers of Tuolumne Meadows. Before you start the climb east from Lee Vining, or if you are heading to the park from Mammoth Lakes (about 25 miles south on U.S. 395), visit Mono Lake Tufa State Natural Reserve and its otherworldly limestone formations, then tuck into a meal at one-of-a-kind Whoa Nellie Deli. Note: Highway 120 (and the deli) close for winter, typically November to May).
Highway 41: Climb from Fresno and into rolling foothills and the Madera Wine Trail, with more than a dozen vineyards and friendly tasting rooms. Next up is Oakhurst and the remarkable Château du Sureau luxury lodging and companion restaurant, Erna’s Elderberry House Restaurant. Nearby, justly popular Bass Lake feels a bit like a mini Lake Tahoe, with boating, fishing, and lakeside lodging and camping. Beyond Oakhurst, Highway 41 winds and climbs nearly 3,000 feet to tiny Fish Camp, (population 59), where you can ride the scenic Yosemite Mountain Sugar Pine Railroad. Less than a mile away, at Tenaya Lodge at Yosemite, take in a “cabineering” experience at one of their 50 well-appointed, two-bedroom Explorer Cabins. From Wawona, eight miles further along Highway 41, continue to El Portal and the legendary Tunnel View, a panoramic vista of Yosemite Valley that takes the breathe away of even the most seasoned Sierra traveler.
Highway 140: From Merced, Highway 140 leads to the wineries of the Sierra Foothill appellation, known for rich, chocolate-y Zinfandels. In the town of Mariposa, see a nearly 14-pound crystalline gold nugget at the California State Mining and Mineral Museum. The route then follows the wild and scenic Merced River before reaching El Portal on the national park boundary.
Ahwahnee Winter Events
Heading the bill each winter at the Ahwahnee (formerly the Majestic Yosemite Hotel) are the annual Bracebridge Dinners, lavish Christmas celebrations featuring more than 100 performers and a seven-course feast, all of it prepared, served, and presented in a way that will transport you to 18th-century England. The December show, a loose adaptation of an episode from Washington Irving's Sketch Book, has been held every year at the Ahwahnee since 1927. The four-hour program features music from the Middle Ages, Renaissance rituals, traditional yuletide decorations, and plentiful food, song, and mirth. The event is held for less than a dozen nights in mid- to late December, so tickets tend to sell out fast.
Other winter events at the Ahwahnee include the New Year’s Eve gala, which features a six-course meal, live music , and dancing; celebrations are also held that night at sister Yosemite venues Yosemite Valley Lodge and The Wawona Hotel.
Two annual winter events revel in the region’s excellence in the realm of the delectable: the Grand Grape Celebration and Taste of Yosemite. For both, the hotel’s Great Lounge is transformed into a culinary classroom. The Grand Grape Celebration—a toast to winemakers’ fall harvests with two-day sessions of wine tastings, seminars, and a gala five-course dinner—is held in November and December. At Taste of Yosemite in November, California's finest chefs strut their stuff during an hour-long skills demonstration; the master culinarians then prepare a dinner for all. One of the perks for attendees is insider access to the Ahwahnee's kitchen. Beneath its 35-foot ceilings are food-related antiques like the original 1927 walk-in refrigerators, which were kept cool with 500-pound blocks of ice from nearby Mirror Lake, and the 80-plus-year-old oven, where all the hotel’s bread is still baked.